OPINIÓN - NO NOS AMENACE SR. GOBERNADOR


Son las tres de la mañana y me cuesta dormir. Quizás fue mucho lo de ayer: ofrecimiento ministerial cero pesos al valor del punto, cuando el día 7 reunidos con el Ministro, todo el dinero iba a ser destinado al valor del punto . ¿Qué pasó señor Ministro? ¿Le sacaron la escalera…? Y luego ya para completar el día, el Gobernador sale a amenazar a los docentes que quisieran protestar, diciendo que les va a descontar los haberes.
Señor Gobernador, pensó alguna vez, en sus problemas quizás muy grandes, los personales y los públicos, al igual que los nuestros, muchas veces solo pensando en cómo llegaremos a fin de mes, y además, en las aulas con treinta o cuarenta alumnos con poco o quizás con nada, donde lo heterogéneo en problemas es lo cotidiano. He aquí la gran diferencia. Usted entre cuatro paredes podrá dar un puñetazo a la pared y lo escucharán sólo los que lo quieran escuchar. 

Lo nuestro es distinto, debemos mirar a los ojos a veinte, treinta o cuarenta niños o jóvenes, algunos con ilusiones, otros con las mismas destrozadas, frecuentemente con mucha pobreza, como las de muchos colegas con tantos problemas, como problemas tienen los niños, adolescentes y jóvenes. Pero a su vez mirados por la máxima autoridad provincial como “tramposos” o “vagos”. No es así señor, no es así. Quizás poder conciliar el sueño es difícil por su amenaza pero también por sentirme defraudado y frustrado al escuchar como ofrecimiento “nada” o lo ínfimo, de la peor forma. Ese ofrecimiento de nada o casi nada, es quizás el pensamiento que usted tiene por la docencia, le garantizo que está equivocado, la docencia no es eso. 

Sabemos que usted tiene la responsabilidad de gobernar para más de un millón de chaqueños y usted es uno de los políticos que decide hoy la suerte de los chaqueños, como máxima autoridad, pero le recuerdo que también ha decidido por el País, oportunamente con leyes muy importantes, con aciertos y errores. Le cuento, el docente no es el culpable de que en algunos casos diga “basta”, y al no querer herir a sus alumnos prefieren no estar frente a ellos y quizás es lo más acertado. 

Nuestros alumnos mañana gobernantes, profesionales, trabajadores en general, docentes, futuros padres de familia, necesitan lo mejor. 

Señor gobernador, la extorsión que significa para nosotros el presentismo es el premio a poner la cara pero no el alma que es lo que necesitan nuestros alumnos. Los números son simplemente “números”. Los niños y jóvenes no lo son y no tienen por qué soportar penurias, rencores, enfermedades, del docente que está frente a ellos, por ello, no nos presione, usted tiene la herramienta para resolver en consecuencia si hay algún “tramposo”, que como máxima autoridad del Ejecutivo provincial lo sabe. Yo soy solo un docente que entiende de Ciencias Biológicas y Educación para la Salud, pero me preocupa entender y saber del dolor de los jóvenes y adolescentes, que esperan no solamente de los docentes lo mejor, sino también del resto de los integrantes de la comunidad. Esperan el mensaje del alma que no siempre consiguen porque los buenos ejemplos escasean en muchos sectores de nuestra comunidad y es por eso, que muchas veces los vemos huérfanos de ésto que tanto necesitan. 

El colega docente enfermo no debe estar en el aula. El estar en el aula no significa calidad educativa en lo más mínimo. Más días de clase con una “ley federal” que hoy sigue viva en los hechos (pues a la fecha aún se sigue trabajando con los diseños curriculares en el marco de ella), nos hace a veces bajar los brazos, cuando vemos que no le damos las herramientas para enfrentar el futuro. 

Esa responsabilidad es de ustedes, los dirigentes políticos. No es psicología de construcción de una mejor provincia docentes amenazados y alumnos con la continuidad de aplicación de una ley de educación “federal” que ha destruido la escuela pública. Necesitamos ver en las escuelas alumnos, docentes y todo integrante de la comunidad educativa que gocen de plena libertad. Los treinta o cuarenta chicos que tenemos en nuestras aulas muchas veces conviviendo en ambientes hostiles amenazados por las adicciones, violencia hogareña, social, muchas veces muy pobres de bolsillo, pero también de afectos, a veces con nada o casi nada, y muchas veces con un Estado muy ausente. Seguramente las estadísticas no reflejarán jamás la cara de dolor o de felicidad de los alumnos y docentes por problemas o logros diarios. 

Señor gobernador: le habla un docente que confía en los alumnos y piensa en sus ex alumnos que hoy lo curan, que educan a sus hijos, que nos ayudan en el día a día, y muchas veces también nos gobiernan… 

La satisfacción de creer haber sido útil y de ser útil con aquellos jóvenes hoy adultos, triunfadores por el esfuerzo que muchas veces dedicamos en el aula nos permite seguir mirándolos a los ojos. 

Teté Romero: Señor Ministro: debe convencer al señor Gobernador que el año 2011 nos habíamos trazado un camino distinto. No entendemos por qué hoy se le saca la escalera y sus palabras quedaron simplemente como una promesa. No es un capricho nuestro que debamos afrontar muchas veces lo cotidiano con cosas materiales, aunque siempre teniendo presente que en las aulas nuestros alumnos es lo más preciado, son el futuro. 

Señor Gobernador: no nos amenace, debe acompañarnos, debe darnos ánimo en el día a día, para seguir mirando a los ojos a nuestros alumnos. Recuerde: muchas cosas no las creamos y sí las sufrimos. 

Profesor RAUL A. COLLAZO 
Secretario Adjunto 1º ATECH 
D.N.I. Nº 12.095.015

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