Después de que los médicos le diagnosticarán a Luis Pikaluk, hace algunos años atrás, que debía dejar de jugar al básquet porque el corazón estaba muy complicado, parecía que el mundo se le caía a pedazos. En dialogo con EL DEPORTIVO habló sobre aquel momento que le tocó vivir y esta revancha como técnico que le actualmente le dió la vida.
"Aquella situación que me plantean cuando jugaba en Progresista fue un golpe muy duro, difícil de asimilar, yo estaba pasando por mi mejor momento, fue tremendo. Por suerte Social me abrió las puertas y me permitió encarar importantes proyectos como entrenador, uno de ellos es dirigir como hoy lo hago es el Torneo Federal de básquetbol. Si bien uno anda medicado y haciendo tratamientos permanentemente, me siento bien, igual hay que cuidarse y chequear la salud cada 6 meses. Mi nueva etapa como entrenador no es tan sencilla como muchos creen, y a la hora de los juegos, en más de una oportunidad lo vivo de tal manera que hasta me sale la cadena en determinado momento. En realidad depende de los partidos, si el equipo jugó bien y perdió,está bien, podemos trabajar para que no vuelva a ocurrir pero si el equipo pierde jugando mal y no encontramos el rumbo, la verdad es que me pongo insoportable y por varios días no hablo con nadie.
Soy alguien que no le gusta los problemas, no me importan, si los hay quiero que la solución sea rápida. Lo bueno es que acá en Social no me hacen renegar tanto, el grupo es maravilloso y siempre están dispuesto al trabajo para seguir cumpliendo con los objetivos que nos trazamos.Al principio me costaba un poco aceptar de que no jugaría más, pero a medida que pasaron los días, le agarré el "gustito" a esto de ser entrenador, lo bueno es que el plantel a mi cargo, que es muy joven, con el solo hecho de tener predisposición al trabajo, me ayuda mucho a mi a salir adelante, finalizó.
Fuente: Osbaldo Martin - www.eldeportivocharata.com.ar
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